Toda tempestad tarde o temprano deja paso a la calma, lo mismo pasa con el torbellino de emociones que se siente en algún momento de la vida, tras un intenso cúmulo de emociones llega la calma y la normalidad, el momento en el que tu cerebro vuelve a tomar el control de tu vida y vuelves a ser coherente.
Pero durante la tempestad, ese tiempo en el que el cerebro se debilita y el corazón se fortalece se cometen mas errores de lo habitual y es que el corazón es un gran experto en errores y esos errores se transforman en los demonios que debemos llevar a la espalda, aveces con inteligencia, experiencia y fuerza de voluntad obligamos a esos demonios a adelgazar y así es mas fácil llevarlos, por que por muy jodido que suene los demonios se vuelven mas fácil de llevar en el mejor de los casos pero nunca nos abandonan.
Con los años e aprendido a evitar que esos demonios me alcancen y los e esquivado muchos años pero tarde o temprano alguno de esos diablillos me termina cogiendo, pero e aprendido a llevarme bien e incluso aprender de ellos, es cierto que mi colección es grande pero al menos no tengo ninguno repetido.
mi vida vuelve a su normalidad con cambios y algún demonio nuevo y ya estoy aprendiendo de el, a ver que tanto puede enseñarme
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