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domingo, 5 de diciembre de 2010

ámbar, néctar y otoño

En un mar de gente y sonidos donde nada era conocido a excepción de dos esferas de ámbar un rosado néctar que sonreía enmarcados por un bosque en pleno otoño, no me miraba pero sabía que yo estaba ahí, busque el brillo del ámbar, el glorioso sabor del néctar y la suavidad del otoño toda la noche pero solo encontré el otoño.

El ámbar miraba al pasado no por gusto si no por nostalgia y se que puedo hacer que el ámbar opacado por la nostalgia de un mal pasado vuelva a deslumbrar por la felicidad de un gran presente, no es fácil pero imposible no es un hecho es una opinión y desde luego no es mi opinión.

El otoño el suave otoño que se enredaba en mis dedos y calentaban mis manos y aceleraba el palpitar mi alma, un logro comparable a escalar el monte Olimpo del planeta rojo, igual de rojo que el otoño en mi manos una fría noche en las que el ámbar no brillaba y el néctar sonreía a medias.

El néctar del que solo puedo intuir el sabor por lo dulce de sus palabras y lo embriagador de su sonrisa, esta mas lejos de mi que Alfa Virginis pero no es solo su sabor lo que quiero como todos los que solo buscan secar la fuente, es devolver su sonrisa autentica lo que mas deseo y así poder disfruta aunque sea un segundo de una gloria comparable tocar las estrellas y dibujar con ellas.

1 comentario:

  1. Recuerda siempre que las estaciones, estaciones son: y después del otoño, viene el invierno.

    Te recomiendo una película que te llamará la atención: 500 días juntos

    Te gustará.

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